No puedo sentirlo, pero lo sé grietas en las paredes apareciendo (como arrugas) el techo se sacude cada instante Temo que finalmente se derrumbe temo que mi casa, mi cabeza, pierda cada día más terreno. Temo que la pintura blanca se resquebraje, que contenga tanta humedad que salga moho que deba mudarme Como si pudiera alojar mi conciencia en alguna otra cavidad o dejarla flotar en el aire. Las partículas de polvo finalmente se asientan en algún lugar.